ENVIDIA
Nunca serás feliz si te atormenta que otro lo sea más que tú, y es que cuando algo nos perturba, en el sentido de que otra persona consiga sus metas, nos puede llevar a la envidia, muchas veces, sin que nos demos cuenta.
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Una parte de la envidia está asociada a la tristeza, así que estamos hablando de una emoción básica e inherente al ser humano: «Cuando aprendemos a identificar la envidia de una forma más natural, vamos a ser capaces de controlar la conducta que la genera, como la impulsividad, la ira, la tristeza, y el sentimiento de inutilidad ante nosotros mismos y la sociedad. La envidia frena el camino que deberíamos de elegir de manera individual y, por ende, nuestro propósito de vida».
Reconocer ese «pellizco» en el estómago cuando alguien ha logrado algo que tú no y estabas en esa lucha es difícil y doloroso, pero una vez reconocido el sentimiento y la sensación«puedes aprender del otro, desearle que le vaya bien y no interfiera en tus emociones».
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Tipos de envidia:
Para esto debemos de saber qué tipos de envidia hay...
Por un lado esta la famosa «envidia de la buena» o lo que coloquialmente llamamos envidia sana, que es útil, es decir, puede llegar a expandirnos y servirnos de motivación para mejorar ciertos aspectos de nuestra vida.
Por otro lado está la más temida, la «envidia mala», relacionada con la deshonestidad y la conducta inmoral: «El objetivo de esta es derrotar al otro, infravalorando los logros o éxitos alcanzados»,
Frases del tipo: «No es tan guapo», «su trabajo es normal, no es para tanto» o el famoso «está ahí porque le han enchufado» demuestran que podría haber resquemor al pronunciarlas.
¿Que hacer para dejar la envidia de lado?
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Para dejar la envidia de lado lo esencial es reconocer cuando ésta aparece y, sobre todo, para darle un estado temporal en nuestro día a día. «Cuanto menos nos ocupe, si pueden ser décimas de segundo, mejor. Reconocer que se tiene envidia duele en el alma pero si entendemos que es un sentimiento humano, va a ser mucho más fácil y vamos a dotarle de razón del por qué se tiene ese sentimiento».
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Una vez reconocida debemos dejar de mirar tanto a nuestro alrededor y empezar a mirar más a nuestro interior, ya que la envidia provoca mucha insatisfacción.
Seguro que tenemos grandes cualidades y capacidades, pero tenemos que sacarlas a la luz. Si vivimos en la frustración continua nunca vamos a poder sacar toda esa potencialidad que se tiene como ser humano, no todo el mundo tenemos las mismas competencias y hemos de pensar y meditar qué es lo que puedo ofrecer al mundo.